sábado, 14 de mayo de 2016

Desierto de La Tatacoa

Fotografías: Mauricio Martinez
Redacción: Ángelesavesol

Pasado el susto de la peligrosa ruta paramos en otros poblados a dormir y a buscar mecánico por problemas del alternador, pasamos a Pitalito y con un arreglo logramos avanzar hasta Neiva, allí conseguimos un mecánico que veía volskwagen y quedó bastante bien, en estos pueblos casi no hay de estos carros y fue difícil conseguir repuestos pero nos sirvió para poder visitar el desierto de La Tatacoa y después llegar a Bogotá donde si hay de todo para todo. 

 Desierto de La Tatacoa:

Desde Neiva salimos por la carretera para entrar por Aipe hacia el desierto pero no nos fijamos que por allí no podían pasar carros, solo peatones o motos ya que hay que cruzar el río Magdalena así que tuvimos que volver  a Neiva y partir desde allí y volver a pagar el peaje, hay hartos peajes en Colombia y los caminos están por lo general bien, no excelentes pero buenos. Desde Neiva son unos 40 kilómetros hasta el pueblo de Villa vieja, la entrada hacia el desierto. Nos abastecimos, almorzamos y luego de unos seis kilómetros aparece el desierto, va quedando atrás la exuberante vegetación y aparecen los cactus y arbustos de espinas, los colores ocre en un sector y los rojizos y naranjas en otros, formaciones rocosas que parecen montañas en miniatura. El contraste de colores es hermoso, no es tan seco cómo en Chile, incluso llueve y bien fuerte con calor. En realidad no es un desierto es más bien un bosque tropical seco. Nos tocaron algunos días donde el viento fuerte traía nubes de lluvia y truenos y relámpagos. Observar venir desde lejos los rayos sobre el colorido desierto fue todo un espectáculo.





En el camping.$5.000 cop c/u (unos $1.250) no había electricidad, ducha fría pero muy agradable para el calor.


Vista hacia el camping






La última tarde hubo bastante viento y las nubes y rayos lejanos llegaron al lugar. A eso de las tres de la madrugada se lanzó una lluvia con premeditación y alevosía, duró un par de horas y el calor se mantuvo muy aceptable.

Bogotá nos espera...

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